Seguidores

sábado, 28 de mayo de 2011

Vamos a contar mentiras tralala.

Joder,  estoy harta; harta de que siempre hagan lo mismo y al final te des cuenta que todo es una gran mentira. Que tu vida esta hecha de mentiras. 
Y no lo quiero aguantar, no quiero pensar en que pueda llegar el día en que se me olvide todo, todo lo bueno, lo único que de verdad pudiera haber tenido algún sentido.
Tiempo. ¿Tiempo para que? Para dar tiempo a ser más gilipollas, más idiota o quizás estúpido. Porque para idiota yo. Llegar a pensar que en algún momento algo de todo lo que salió de tu boca fuera verdad, que tus besos, tus te quieros, tus abrazos fueran sinceros.
Un día me basto para darme cuenta de que lo que tienes es lo que importa. Para darme cuenta de hay personas que valen la pena y que tu no entras en ellas. Es mejor dejar las cosas del pasado el en pasado. Madura chico, vive el presente.
Por cierto, que sepas que yo si soy feliz. Por si te apetece tomar ejemplo. Un beso.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Después de la tormenta siempre llega la calma(8)

Y busque la estabilidad, y la encontré. 
Me levante cada día con el pie derecho e intente no hacerlo con el izquierdo, aunque claro estaba hay, para joder algún día, algún momento. Para recordarme lo que es llorar.
Necesita concentrarme por un momento en mi, ser egoísta  un tiempo, porque una amiga me dijo una vez   "cuanto mejor les tratas, peor te tratan ellos". Simplemente tenía razón. 
Pero si algo e aprendido es que, sin bien no hay mal. Sin tristeza no hay felicidad, sin lágrimas no hay sonrisas, sin fracaso no hay existo, sin amor no hay desamor, sin el no existo yo.

sábado, 14 de mayo de 2011

¿Que hacer?


Triste por dentro,  me sentía vacía aun teniéndolo todo. Me encerré en mi cuarto y deje que mis lágrimas eligieran. Llore como nunca lo había echo...
Música, si eso. Una a una, fue escuchando el CD de mi vida, como suelen decir. En un momento no pude evitar sacar una sonrisa, en la última canción, la que más me recordaba a el. Y ahora pienso aquello, de "Como puede ser que la persona que te haga sonreír, sea también la culpable de tus lágrimas". Cerré los ojos, y el CD volvió a empezar sin darme cuenta casi, ya lo había escuchando unas 5 veces. Gire mi cabeza ala izquierda y abrí los ojos en busca del reloj. Me levante de golpe, baje corriendo las escaleras y salí de casa. No paré de correr ni por un momento , llegué al parque, donde ya casi no había nadie.. y allí sentado en uno de los bancos estaba el.
-Siento haber llegado tarde... me quede dormida.-Mentí.
-No pasa nada, ya lo sabes. ¿Has estado llorando?-Me pregunto preocupado.
-Que va, serán imaginaciones tuyas, además acabo de despertar, no es nada raro. -Volví a mentir.
Nos miramos alos ojos durante varios minutos, sin decir nada, sin hacer nada...
-Te quiero- Le dije.
Y antes de que pudiera decir nada, me fuí, corriendo otra vez, volví a casa. El télefono sonó era el. Lo cogí y aun no se porque... pero lo hice, hablamos durante horas. Y antes de colgar me dijo: " Te quiero, y eso siempre sera asi". Colgó y lo único que pude hacer es pasarme toda la noche pensando en sus palabras.

lunes, 9 de mayo de 2011

Es así, y así es.

De pie, con la vista perdida en el mar que seguía aun más allá del horizonte y que yo no podía ver. Eche la vista al suelo y luego al cielo. En ese momento me sentí "pequeña"; pequeña en un mundo que no hace más que crecer y crecer. En un universo repleto de cosas desconocidas. Pero no por eso me sentía así, es por el simple motivo de sentirme indefensa, soy como un ser inanimado que solo puede oír y escuchar, que no actúa.
Mi mente daba miles de vuelta y andaba a mil por hora, se encontraba quinientos pasos más delante que mi cuerpo. No hacían más que flotar y flotar preguntas inexplicables, preguntas tontas quizás, pero al fin y al cabo preguntas. 
Plantearse retos  difíciles y la motivación de conseguirlos. ¿Cuantas veces has dicho no puedo con esto? y ¿Cuantas veces lo has conseguido? Piénsalo, ¿Acaso no es verdad?

sábado, 7 de mayo de 2011

Tarde de sábado.

-Tu, ¿Me quieres?
- Claro que te quiero, ¿Eres tonta?
- Quizás lo sea por pensar que puedas preferir a alguien que sea mejor, por pensar que exista la posibilidad de que puedas querer a alguien más que ami, por creer que quizás esto no sea para siempre, que un día te canses de mi y te vayas, que te aburra día si día también, que....
Justo en el momento en el que iba a terminar mi frase, el me paró, me tapo la boca con su mano derecha, luego la quito lentamente y me beso.
-¿Responde esto a tus dudas? Creo que es prácticamente imposible  lo que dices, que te olvide que me vaya, es una idea disparatada.
-¿Porque?
-Simplemente, porque te quiero demasiado.



Y pasara porque todo pasa.

Soy de esa clase de persona que aunque algo le da miedo lo hace, de las que no se rinden con ninguna facilidad, de esas que no pilla muy bien las ironías, que se calla las cosas cuando debe hacerlo y también de las que lo suelta todo de golpe en un momento de extres y luego aveces se arrepiente. De las que ponen una sonrisa cuando esta mal y de las que no le da miedo llorar y que todo el mundo la vea. Soy también de esa clase de personas que le gusta improvisar y pasárselo bien. De las que llevan la cabeza bien alta sin importarle lo que los demás digan, de esas cabezotas que aunque uno más uno sean dos, puede discutirlo hasta quedarse sin aliento, porque no siempre todo es lo que parece. De esas que prefiere dejar un silencio antes que una palabra mal dicha, de esas que son capaces de repetir el mismo camino cien veces solo por ver algo o a alguien. Soy de esas locas enamoradas del mundo, de la vida, de el. Soy de esas que les encantan las cosas dulces. Soy de esas personas infantiles hasta la saciedad pero que cuando quiere puede ser la persona más formal del mundo.
En definitiva soy una ingenua de la vida.
Y la verdad ya no se si reír o si llorar, si caerme o levantarme, si recordar o olvidar; ya no se nada.

jueves, 5 de mayo de 2011

Y me quedaría corta dándole las gracias.

El timbre para entrar a clase sonó, pero decidimos quedarnos rato más, allí sentados. Nos miramos fijamente, nos picamos para ver quien aguantaba más la mirada, perdí, pero porque no aguantaba más, tenía que besarle, un beso tierno . El me siguió y en ese preciso momento no existía nadie más, eramos nosotros solos, parecía que el tiempo se hubiera detenido, pues se me había echo eterno y no habían pasado ni cinco minutos cuando empezó a llover, al principio no mucho, pero poco a poco la lluvia encontró a la fuerza y las dos unidas nos empaparon de arriba abajo, pero no nos importaba o por lo menos a mi. En ese momento era feliz, sonreía, cerraba los ojos  y levantando la cabeza mientras la lluvia rozaba mi piel. Me cogió de la cintura y intento hacer un amago de lo que parecía un baile, nos reímos, y luego me cogió en sus brazos y me llevo al primer lugar apartado de la lluvia.
-Cierra los ojos. -me dijo el.
Yo lo hice. Escuche como se alejaba, por un momento me sentí vacía pero no fue más de medio segundo, porque sabía que volvería y eso me bastaba. Esperé, y no se me ocurrió abrir los ojos para nada, por mucho tiempo más que pasase no tardaría. En ese momento lo escuche llegar y aunque no lo viera sabía que era el.
-Ya estoy aquí, siento haber tardado tanto.
-No te preocupes, ¿Puedo abrir ya los ojos?.
-Si, hábrelos.
Hasta ese momento pensé que no le podría querer más, que era imposible, pero el siempre me sorprende y me hace sentir bien. En su mano derecha traía lo que a partir de ahora se convertiría en mi postre favorito; fresas con nata y chocolate. Y en la izquierda, que en un principio se escondía detrás de su espalda  un ramo de flores quizás no las más bonitas del mundo, pero dicen que la intención es lo que cuenta.
Me levanté corriendo y le besé esta vez con mucha más fuerza. Cogí la nata y le manche la cara de ella, el cogió el chocolate y me hizo exactamente lo mismo. Mire el reloj, fallo. Ya había pasado media hora desde que el timbre había sonado, había que volver a clase y antes de hacerlo le di tres besos y un abrazo, la verdad se merecía eso y más.

Y me creí princesa al lado de mi príncipe verde.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Te encontré después de mucho tiempo.

Es tarde, me tumbo en la cama y fijo la mirada en el techo y aunque no veo nada porque todo esta oscuro, no me puedo quitar de la cabeza su nombre, su cara; no me lo puedo quitar de la cabeza.
Desde que le conocí hace exactamente 14 días no hago más que pensar y pensar en el. Cada vez que nos cruzamos y me saca esa sonrisa, su sonrisa perfecta, y yo le devuelvo una mía, de esas tímidas. Cuando me mira a los ojos y me dice, "te quiero". 
Y quizás no sea el chico más alto del mundo o el más guapo de todo el instituto, pero eso a mi no me importa.
Y me paro a pensar tardes enteras, que ya no puedo vivir sin sus abrazos, sin sus caricias, sin sus besos. 

Me encantan esos besos que me roba, cada vez que le digo estupideces de las mías, y ahora solo por eso lo hago continuamente. Y no me canso.
Me derrito de arriba abajo cuando me dice aquello de: "No te voy a decir que eres perfecta, porque ya lo sabes o deberías,  pero si te voy a decir cada día que te quiero, para que no se te olvide nunca".
Y aunque se lo tengo que repetir tropecientas veces, que sería imposible olvidar lo, el no se cansa de repetírmelo. 
Ahora si, quizás allá encontrado mi media verde, que la naranja ya esta muy vista.